Ser maricon o no ser
Cortesía de: Javier Olivares
Es raro hablar de esto cuando nadie más lo hace porque no encuentro una base para fundamentar lo que quiero decir o para explicar cómo es vivir siendo gay en un país conservador. Y es que los referentes de personas abiertamente homosexuales en el salvador son pocos o inexistentes. Las personas aún temen hablar de sexualidad, aún se teme decir la palabra gay como si esta palabra fuese una amenaza mortal. No todos hablan sobre su sexualidad en general y rara vez se expresa o se menciona algo sobre ser gay o bisexual por temor a lo que puedan decir o a cualquier repercusión sobre este tema.
Es raro hablar de esto cuando nadie más lo hace porque no encuentro una base para fundamentar lo que quiero decir o para explicar cómo es vivir siendo gay en un país conservador. Y es que los referentes de personas abiertamente homosexuales en el salvador son pocos o inexistentes. Las personas aún temen hablar de sexualidad, aún se teme decir la palabra gay como si esta palabra fuese una amenaza mortal. No todos hablan sobre su sexualidad en general y rara vez se expresa o se menciona algo sobre ser gay o bisexual por temor a lo que puedan decir o a cualquier repercusión sobre este tema.
La falta de representación de personas homosexuales genera una visión
superficial de cómo es una persona gay y como debe verse o comportarse. Aún se
asocia a la persona homosexual con esa imagen superficial y genérica de
película de comedia de los 2000 donde la persona gay es afeminado,
extrovertido, superficial, chismoso, metido y criticón, ni hablar del típico
cliché del mejor amigo gay del que todos estamos hartos. Pero no existe nada
malo sobre la representación femenina o queer (Identidad sexual o degénero que no corresponde a las ideas establecidas de sexualidad y género) porque de eso trata el colectivo, de la diversidad.
Pero hablo de la absurda asociación de esta identidad hacia todas las personas
homosexuales y es que en primer lugar no debería existir ninguna clasificación
o una sola forma de ser gay, todas las personas somos diferentes y no
deberíamos juzgar las personalidades de otros gais. Pero es muy incómodo
recibir comentarios o preguntas sobre la forma en la que “no me veo gay” porque
cómo carajos tengo que verme para que la gente crea que soy gay. Por qué en el
salvador incluso algunos gais creen que tenemos que vernos todos iguales o
actuar de la misma forma, no a todos nos gusta RuPaul, hablar de la cultura pop
o criticar a los demás.
Y es que ver RuPaul o ser sassy no es un crimen
o algo que se tenga que abolir pero no es la única representación o la única verdadera
identidad de ser gay. Pero ¿Por qué siento que la única personalidad que viene
por predeterminado en el molde de los maricones es esta? y ¿Por qué se
considera que ser gay, femenino y superficial es una personalidad o un estilo
de vida?
De verdad no entiendo la actitud de rivalidad
al querer competir o tratar de hundir al otro por ser diferente. Y es que
muchas veces me cuestiono esa necesidad del sentido de pertenencia o porque nos
tenemos que identificar exactamente con algo sin poder solo nosotros mismos, pero creo que todo es producto de la mala representación o de la poca representación
de personas homosexuales en el país debido al entorno hostil, homofobico y
machista en el que se vive. Es entendible pero creo que tampoco es
justificable. La personalidad y la identidad propia es lo que hace que todos
seamos auténticos y sé que suena como frase positiva de cajón que mandan
algunas tías al WhatsApp pero creo que es esencial que un colectivo tan colorido
y genial se mantenga unido por lo que realmente es, por la diversidad.
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